lunes, 10 de noviembre de 2014

La sinestesia para tu vida



¿Cómo describir algo que quieres o deseas a una persona sorda o muda? He aquí una ayudita. Pruébenlo es buenísimo, esto se llama la sinestesia. Elijan la canción o la persona que más les gusta o detestan y descríbanla 

!Esta es la mía!



Descripción de una canción a una persona sorda: 

Cuando escucho camarón de Estopa es como si caminara, primero despacio, usando ropa ligera, zapatillas y una chompa hasta las rodillas. Los demás van más lento que yo, camino sin destino algunoY andar mientras estas mirando a una persona sin rostro. 

(Mientras la guitarra y el bajo van sonando con más energía e ímpetu) tu caminas más rápido y sientes que tu pecho está sujeto a un arnés que te va jalando con fuerza, mientras que en tus manos está tu corazón latiendo, pegajoso y pesado como el lodo y suave como una gelatina, donde poco a poco se va derritiendo en tus manos. 

De pronto apareces en un ring de box, echado en la tarima, abres lo ojos desorbitados, y cae sobre ti una sábana de seda roja inmensa, como si fuera papel tisú, muy suave, y te genera paz, quietud.  
Muchas estrofas de la canción te dan y te quita. Como si tuvieras una torta de chocolate o un cheesecake de fresas con una cuchara a punto de dirigirse a tu boca y de la nada desaparece. 

 La composición de cada estrofa te sienta en un columpio y te empuja cada vez más fuerte hasta que sientas una fuerte brisa en tu rostro, y de pronto salgas disparada y caigas en una cama de agua inmensa con un cubrecama hecho solo de plumas, solo para ti. 
En cada momento y parte de mi vida, siempre vuelve esta canción. Como si fuera un muerto sin rostro que siempre resucita o como si estuviera en un tren y pasara una y otra vez viendo los mismos paisajes, sin un final, ni feliz ni triste, simplemente. 

Descripción de la persona que más me gustaba a un ciego: 

La persona que más me gusta es como si sintiera una sábana de seda fina, lisa y tersa, recorriendo por todo mi cuerpo. Es como cuando eras niño y te quedabas dormido en el sofá y tu mamá te llevaba cargada, te echaba en tu cama, te quitaba los zapatos, las medias, te ponía la pijama y te arropaba con un beso en la frente. 

La persona que más me gusta, es como tocar un peluche de alpaca de bebé y comerte la útlima raspadilla en pleno sol en la playa. Es como oler el saco de mi papá cuando tenía seis años, como si fuera a la maicena recién hecha. 

La persona que más me gusta es como si comiera galletas de avena con pasas y tomara chocolate caliente hecho por mi abuela. Como si una pluma pasara por tu rostro y te hiciera cosquillas.  
Como si estuvieras en un estadio y campeonara el equipo de tus amores, el mío por ejemplo, Universitario de Deportes. Es como si resucitaras a Freddy Mercury y  te invitara a su casa, te preste su corona, su capa y cante “somebody to love” solo para ti.  

Es comer el cereal Capitán Crunch (Cap´n Crunch) con fresas y leche condensada.  
Es como tocar monedas y saber que cada una vale mil dólares. La persona que más me gusta es como sentir la arena del Caribe, como flotar en una piscina temperada, como caminar descalzo por toda tu casa y sentir que mientras caminas tus pies están remojados en agua con champú. 
La persona que más me gusta, ahora, es como trabajar un sábado en la mañana, almorzar tu comida en un taper, y fría. Como si te quisieras bañar y por la ducha sintieras cubitos de hielo cayendo en tu cuerpo.   

Ahora la persona que más me gusta, es como tocar un saco de box y te ardieran las manos, es coger un vaso de cristal y romperlo como si fuera un tecnopor, es como si saborearas el agua de un mar agrioComo si sintieras una lluvia torrencial caer sobre tu cuerpo desabrigado y te hubieras olvidado la llave de tu casa. Ahora la persona que más me gustaes como tocar lo que menos me gusta. Pero gracias a él, aprendí a diferenciar un arroz con pato de mi abuela a un sopa maruchan de mi papá. 

!Cómo entregar a tu hija de manera creativa!


Un vídeo buenísimo de como ser un grandioso e ingenioso padre e hija 


(Para ti loco amigo)





 Algo que debes saber de las mujeres y que no muchas veces te lo dicen es que en realidad no quieren un príncipe.
Conforme vas creciendo te vas haciendo la idea de tu complemento. ¿Es cómo si cambiaras de ropa hasta buscar la adecuada para esa ocasión o cómo si estés a punto de morir y pidieras un último deseo? Algo Así!

Lee loco:
La mezcla de tu personalidad, con galantería, te hace ser todo un caballero.*                                                                                                      Aún nos gusta que nos abran la puerta del carro, sí! (inconscientes!), que muchas veces lleven la rienda de la situación, que sean originales (lo pondré de nuevo) originales! y por favor, no piensen en rosas,...que sollocen tiernamente, que amen a su familia(incluye animales), que te sujeten fuerte para saber que están ahí , y sobretodo, que te hagan reír y sonreír como si fuera una última vez.

 Porque lo que en realidad queremos, (y aquí llega el secreto para algunos: así que loco ¡prepárate, apunta, fuego!)...es alguien que tenga todo lo que solamente nosotras queremos, plin!... ¿te la bajé no? Jajaja
¿Esperaste otra respuesta no? Si pues, así somos, jodidas, nos gusta estar en una montaña rusa la mayoría del tiempo. 
Nunca entenderás a las mujeres porque no todas somos iguales, obviamente, pero nunca entenderás a las mujeres porque en realidad y, (te voy a decir otro secreto): no te conviene comprenderlas.            Espera pero aquí va tu parte loco ya? y...¿Ellos que quieren? ¿Nos habremos vuelto femeninamente inhumanas? Mmm A ver...tengo un papá, un hermano y muy grandes y buenos amigos..(Creo que por eso la mayoría de mis años he estado rodeada más de gente masculina), y algo puedo comprenderlos (algo)...y es por alguien como alguno de ellos que justamente publico esto. Sí, tengo muy grandes y contados amigos! no se sí caballeros o caballos pero no quiero más!! Joden mucho! ...que me cuentan sus problemas, sus vivezas digo vivencias!(tosí disculpen) jajaja.. Pero son nobles y buenos de corazón, en verdad,(ósea también quieren que les abran la puerta del carro), y también lloran hasta peor que muchas mujeres que he conocido.
 Y con todo eso puedo decir...redobles!!!... que la sociedad los vuelve así, buu obligados a ocultar lo que sienten, y por eso recriminamos muchas cosas que quisiéramos de ellos. Ojo, no los estoy defendiendo, pero es que... Es para todos ya? Muchas veces obligamos que la gente que queremos se comporte como lo que tú quisieras, pero te diré algo: si recordaras como fue ese primer día, o segundo, o tercero, que te cautivó...Porque te cautivó no? Entonces solo ahí, lee:

Dejaríamos la obligación de lado y entenderíamos a esa gente libre que queremos. Sólo ahí, loco. Jc.

lunes, 20 de mayo de 2013

Un cielo crema


Un cielo crema
Un delantero, cañonero y un futbolista peruano que dejó la camiseta como amuleto en las manos y pies de otros.

 Tú que defendiste la camiseta crema durante 23 largos años. Disparos violentos y certeros en ambos pies, de cabeza privilegiada, una visión de juego y capacidad para cambiar los frentes de batalla con tus pases largos y precisos a las puntas. Valentía para entrar al área, dureza para recibir golpes, un fútbol sin complicaciones, funcional, eficaz y hermoso en su recio estilo. Un ingenio merengue eras tú, esto es para ti.

Por: JOYCE INFANTE.

¿Cómo definir a alguien eterno? Casi imposible sí, pero ¿con una historia maravillosa?, haremos el intento. Ésta es la historia del gran “Lolo” Fernández. Futbolista y delantero peruano que desarrolló la práctica total de su carrera en el Club Universitario de Deportes de la Primera División del Perú. Nacido en la Hacienda Hualcará en la localidad de San Vicente de Cañete el 20 de Mayo de 1913.
Teodoro o como muchos lo llamaban, Lolo, desde niño, el arte en los pies le era innato, aunque por aquel entonces, venía de familia humilde y se le hacía muy complicado conseguir un balón, por lo que varios niños como él se las arreglaban jugando con pelotas improvisadas o caseras.
El más apacible, el que más se esforzaba por ayudar a su madre. Desde niño, ya "Lolo" trabajaba en las faenas del campo y sabía lo que era ganarse un jornal, sentía lo que era llegar con el cuerpo cansado, entendía cuán difícil era mantener la piel limpia de polvo y paja. Estudiaba, trabajaba y aprendía a ser recto en los usos de la vida. En esos predios, polvorientos, bucólicos y campestres, el tiempo vio crecer un hombrecito de carácter, y ya adolescente, a un tipo noble y de vasto corazón.

 Es así como a los 16 años, Lolo fue enviado a Lima para que continuara con sus estudios. Y es ahí donde descubrió su pasión, el futbol. En marzo de 1930, vistió la casaquilla merengue por vez primera. Inicialmente entró en la reserva y a finales de ese mismo año, fue el goleador absoluto del torneo por lo que fue promovido al primer equipo donde debutó oficialmente en Universitario de Deportes a los 18 años de edad, el 29 de noviembre de 1931, en un encuentro internacional ante el Deportes Magallanes de Chile.

En los años 1930, Lolo integró el combinado del Pacífico. Junto con otros futbolistas de la «U» como Orestes Jordán, Vicente Arce, Carlos Tovar y Arturo Fernández; reforzaron al Club Alianza Lima para representar al Perú en una gira que realizaron en Chile. También, reforzó al Club Atlético Banfield (Argentina), Racing Club (Argentina) y Colo-Colo (Chile), donde el presidente de éste último club, le ofreció un cheque en blanco para que dejara Universitario, sin embargo, tan grande era su amor por su equipo, que rechazó la oferta.

 “Porque tu jugabas con cariño, con amor a la camiseta, dejabas todo, ya no veo eso ahora” decía Lolo. El 13 de enero de 1935, vistió por primera vez la camiseta peruana en un partido por la copa América de Lima y en el que perdió con Paraguay por 1:0. Una semana después, Perú cayo contra Argentina, y Lolo marcó su primer gol con la selección nacional.
Luego, en las olimpiadas de Berlín de 1936, el cañonero como así lo llamaban, deslumbro a los más de 5 mil aficionados presentes en el estadio tras marcar 5 goles a Finlandia (7:3). Niños ingresaron a la cancha a abrazar a los jugadores peruanos. Tres días después, el 9 de agosto, un gol de Lolo bastó para que derrote a Austria por 4:2, luego llegaron las quejas de los austriacos y la historia ya es conocida, el equipo peruano abandonó las olimpiadas.
En 1938, fue una muy buena época para el equipo nacional, donde jugaba Lolo, siendo campeones bolivarianos en ese año. Pero tal vez el mejor año fue el de 1939, en aquella oportunidad, Perú obtuvo la copa América, tras vencer en los cuatro partidos que participó. Perú goleó con tres goles de Lolo Fernández contra Ecuador (5:2), contra Chile, la victoria fue por 3:1 con dos goles del gran cañonero cañetano.
Y con la U siguieron los festejos. Aquel fue un gran año para Lolo en 1939. Después de ser campeón de América, Lolo Fernández fue el campeón de fútbol con Universitario de Deportes. Pero además, convirtiendo 15 goles en 17 partidos; fue el goleador del campeonato.

Al año siguiente, en 1940, el campeón fue Municipal, pero Lolo repitió sus cifras, en 14 partidos, metió 15 goles donde fue nuevamente, el goleador del torneo. Al año siguiente los cremas obtuvieron nuevamente el título del campeonato.
En 1942, el cañetano fue otra vez el goleador del certamen, tras convertir 11 goles. Ese año marco su último gol con la camiseta de Perú. Tuvo 32 encuentros y marco su gol número 24 en 31 partidos por la copa América de la selección. Además, 15 goles los hizo en sus cinco participaciones en la copa América, por lo que se ubicó en la tercera posición de los goleadores de todos los tiempos de esa competencia.
Y es aquí, que luego de dos partidos más, ante Paraguay y Uruguay, se le permitiera ser el goleador de la disputa, con siete goles que marco en aquel campeonato, y así pudiera festejar el triunfo nacional de la copa América.


Algo grande lleva tu nombre

En 1944 no fue un gran año para los cremas que quedaron terceros en la tabla. Tampoco fue un buen año para Lolo Fernández, aunque más adelante, tendría un regalito guardado para navidad. El 24 de diciembre de ese año, Universitario de Deportes logró una de las victorias que resonó a nivel internacional, con una sensacional actuación del cañonero Fernández. La U jugó un partido amistoso frente al Racing Club de Argentina. El cuadro de Avellaneda venía ganando exclusividad en el encuentro, pero Lolo marcó en esa tarde memorable 5 goles. Al final Universitario ganó 5:3 y Lolo tras jugar uno de los mejores partidos que se le recuerde, salió en hombros de la hinchada.
En 1945 y 46 Lolo pudo celebrar su título de campeón con Universitario, tras marcar 30 goles durante los dos campeonatos. Ya en 1947, Lolo jugó tan solo algunos partidos con la U ¿Por qué? Porque la vida pasaba, y el experimentado ya maduraba.
Aunque no solo fue por sus 34 años, si no que había sufrido una fuerte lesión a los meniscos y no se recuperaba de su posterior operación. Así, sin recuperarse de la lesión, continuo la carrera en sus últimos años donde le permitió celebrar otro campeonato crema en 1949.
Y es en 1952, donde el club de toda su vida, la U, le ofreció un homenaje que hasta ahora nadie ha recibido en vida. Bautizaron el nuevo estadio de la institución, en el distrito de Breña, con su nombre, “Lolo Fernández”.
No solo jugaba en un estadio con su nombre, no solo fue titular aquella tarde contra la U de Chile, además, el primer partido jugado ahí, fue el gol definitivo para que gane con los cremas a los 39 años de edad.
Ya el 27 de octubre de 1952, se inauguró el nuevo estadio Nacional. Fue una jornada larga, llena de protocolo, pero ahí estuvo Lolo Fernández, formado junto a los grandes deportistas en el recinto, esperando para recibir los laureles deportivos en manos del presidente, en aquella época Manuel Odría. Distinción que logró gracias a su perseverancia.


La gran despedida

Pero tenía que llegar algo más, algo definitivo para poder parar y descansar. En 1953 llegó el día del clásico, nadie sabía si Lolo iba a jugar, es más, muchos pensaban que ya no debía jugar porque estaba muy veterano. Pero Lolo salto a la cancha, jugo un partido formidable.
Redondeo uno de los encuentros más recordados en la historia del club, y ese día, para muchos, se despidió del fútbol  por la puerta grande. De más está decir que Lolo recibió inmemorables despedidas, pero la más memorable, fue la ocurrida en aquel clásico. Un clásico histórico. Casi mitológico, .jugado aquel 30 de agosto de 1953.
Un día antes, el entrenador de la U, José Cuestas Silva, aun no decidía si Lolo iba a jugar o no, y es que Alianza venía recibiendo buenas anotaciones y Lolo ya tenía 40 años. Inclusive en sus últimas presentaciones, había ganado algunas críticas, por eso muchos se sorprendieron cuando vieron al cañonero saltar a la cancha.

Un clásico tradicional

Y lo que queda en la memoria de la gente, ese día, son aquellos goles de Lolo Fernández. Un remate con pierna derecha a los 24 minutos, donde marcó el primero para la U, minutos más tarde el propio Lolo puso a los cremas adelante por 2:0. En alianza, Oscar Gómez Sánchez descontó y Heredia marcó el empate, pero Castro volvió a adelantar para los cremas. Y claro, Lolo Fernández cerró el marcador. 4:2 para la U. En el estadio, nadie podía creer lo que veía.
El veterano, aquel que estuvo en duda en el último minuto, el mismo que había recibido algunas críticas por hinchas impacientes en sus últimos encuentros, le había anotado 3 goles a alianza en un vibrante triunfo en aquel clásico. “Era el momento de irse en grande”, así lo entendieron todos, ya que de inmediato, los hinchas obligaron al cañonero a dar la vuelta olímpica.
Es cierto que nadie lo había pensado, pero fue probablemente lo mejor. Lolo se iba después de anotarle tres goles al tradicional rival, tras haber ganado aquel histórico clásico, y en medio de un numeroso público que había llegado al nuevo estadio nacional, este increíble jugador se desprendió de aquel balón y se despidió en la cancha, para siempre.

El gran remate

   Imposible despedirse de un grande, sí, una leyenda a carta cabal, ¿Por qué? porque los sucesos maravillosos nunca mueren. 180 goles con Universitario y la selección peruana, campeonando con la camiseta crema durante seis fechas, con una medalla de oro en los juegos bolivarianos del 38 y un campeonato sudamericano en el 39, goleador en la Primera división del Perú en siete fechas, goleador en el Combinado del Pacífico en el 35, goleador y el mejor jugador en el campeonato Sudamericano de Selecciones, sería absurdo no decirte, a ti grande, adorado, un talento peruano inusual, inspiración y envidia de muchos, a ti campeón, que eres el máximo jugador en todos los tiempos del fútbol peruano.


Jugar al fútbol con devoción, velocidad, fuerza, constancia incansable, ser firme en tus decisiones y valiente ante las derrotas. Ser un sutil y listo hombre, un talento inmóvil que aun inspira, ese eres tú, cañonero de fina estampa.
 Eres el símbolo de un equipo que te enaltece y agradece. Que sin conocerte, te veo en el reflejo de cada uno de tus hinchas. Él, realmente se llama Teodoro Fernández Meyzán, pero como podrán darse cuenta, el nombre no lo hizo grande, el escogió el suyo, para descubrir su genialidad.

Bien, compañero maravilloso, hombre correcto y educado. Caballero dentro y fuera de las canchas como muchos te recuerdan, ya desprendí algo de mí para poder mencionarte. Ya me diste un partido inolvidable, en esta, tu noche de gloria.
Hoy campeón, nos toca jugar a nosotros y contar tus mejores hazañas. Hoy campeón, sé que aún no olvidas al equipo de tus amores y alientas desde el cielo.
 Hoy…siempre, pase lo que pase, estés donde estés, campeón; tu hinchada estará cumpliendo tu elevado sueño, nosotros,  agradecidos, porque cumpliste el nuestro. Descansa.